domingo, 21 de diciembre de 2008

Pido perdón

Mi Niña hablaba en su post de la mala educación… y muy bien , por cierto.
Yo quiero hablar de sentimientos, de sensibilidades heridas, de los malos entendidos…
A veces sucede que… el alma está sensible, los corazones están tristes y nosotr@s, los soportes somos transmisores de palabras incorrectas, de bromas sin gracia, de escudos para la guerra, de estiletes para atacar… y que sé yo de cuantas cosas más.
Con todas esa cosas, herimos y sufrimos… y cuando eso sucede algo se muere.
La magia pierde sus poderes, las ilusiones se esconden, el afecto se va a dar un paseo… y claro, en ese estado del camino se nos olvida la meta y se nos trastoca el rumbo.
Yo tengo un truco y es el de pararme, descansar , razonar y hacerme preguntas:
¿lo qué interpreto es real o simplemente un espejismo?
¿importan más las palabras que las intenciones?
¿nos expresamos correctamente?
¿estaba a la defensiva?
¿hay algo en mi que dificulta la verdadera interpretación?
¿tengo en paz mi relación con los demás?
¿estoy en paz conmigo misma?
¿realmente lo que han dicho o hecho es tan grave?
¿tengo derecho a pedir con mis medidas y cánones?
¿qué es lo importante?
¿qué es lo insignificante?
Y dependiendo de la situación el interrogatorio puede seguir.
Y aprendes… y empiezas de nuevo a caminar, y si hay que pedir disculpas se piden, y si hay que olvidar se olvida , y si hay que meter algo en el archivo se mete.
Se reanuda el rumbo sin perder demasiado tiempo que la meta está todavía lejana.