No pensaba escribir nada hasta el lunes, pero en este retiro rural tengo la posibilidad de hacerlo.
El sol ya se está ocultando y el frío ahí fuera ya empieza notarse, así que dentro y al calor del hogar es en donde más confortable se está.
Ayer he cenado con 30 mujeres y me llevo la ternura de mi madre y de mi tía Carmen…Os hablaré de ella.
Ya ha cumplido 80 años, es la hermana mayor de mi padre y me une a ella un inmenso cariño, los recuerdos de mi infancia relacionados al pueblo están unidos a ella, nunca le estorbábamos aunque ella tenía cinco hijos, cuatro más no la incordiaban…era una protectora y diría que la “reina de la paciencia”…
Morenaza de ojos grandes, incansable, timón de su casa y familia, ahora curtida por el esfuerzo y los años no deja de ser un referente de ternura y cariño para mi. Nos vemos poco pero cuando lo hacemos es como si “ayer” fuese la última vez, renace la conversación, los arrumacos y las complicidades como si el tiempo y los avatares no hubiesen pasado, ni para ella , ni para mí.
Carmencita es mucha Carmen…me apena al verla con sus problemas de movilidad, pero ella no da cabida a los lamentos o malas caras.
Ayer con mi madre al lado y a ella enfrente he tenido la sensación de sentirme una niña “mimada” y querida.
Soy una privilegiada de la vida, tengo referentes inmejorables y también siento que yo nunca sabré estar a la altura de lo mucho que he recibido.
Ella no leerá esto… pero le diré TE QUIERO… es lo que siento.
No penséis que soy una petarda eh!!
El sol ya se está ocultando y el frío ahí fuera ya empieza notarse, así que dentro y al calor del hogar es en donde más confortable se está.
Ayer he cenado con 30 mujeres y me llevo la ternura de mi madre y de mi tía Carmen…Os hablaré de ella.
Ya ha cumplido 80 años, es la hermana mayor de mi padre y me une a ella un inmenso cariño, los recuerdos de mi infancia relacionados al pueblo están unidos a ella, nunca le estorbábamos aunque ella tenía cinco hijos, cuatro más no la incordiaban…era una protectora y diría que la “reina de la paciencia”…
Morenaza de ojos grandes, incansable, timón de su casa y familia, ahora curtida por el esfuerzo y los años no deja de ser un referente de ternura y cariño para mi. Nos vemos poco pero cuando lo hacemos es como si “ayer” fuese la última vez, renace la conversación, los arrumacos y las complicidades como si el tiempo y los avatares no hubiesen pasado, ni para ella , ni para mí.
Carmencita es mucha Carmen…me apena al verla con sus problemas de movilidad, pero ella no da cabida a los lamentos o malas caras.
Ayer con mi madre al lado y a ella enfrente he tenido la sensación de sentirme una niña “mimada” y querida.
Soy una privilegiada de la vida, tengo referentes inmejorables y también siento que yo nunca sabré estar a la altura de lo mucho que he recibido.
Ella no leerá esto… pero le diré TE QUIERO… es lo que siento.
No penséis que soy una petarda eh!!