martes, 17 de febrero de 2009

Así somos. Así que... respeto y paciencia.


Últimamente tengo mucho tiempo para fijarme en lo que pasa a mi alrededor…
Y yo que por puro egoísmo quiero resaltar lo mejor… lo puedo hacer porque hay mucho bueno, hay generosidad, hay nobleza, hay dedicación, hay agradecimiento, hay amistad verdadera, hay franqueza, hay afecto desinteresado, hay ilusión, hay humildad…
Pero también veo aspectos que a nada llevan: hay orgullo, hay interés, hay egoísmo, hay halago, hay “no ser uno mismo”, hay heridas, hay manipulaciones, hay victimismos…
Y digo yo…¿por qué la gente no quiere ser feliz? ¿por qué a veces utilizamos medios y fines destructivos? ¿por qué hacemos difícil lo que podría ser fácil? ¿por qué creemos que lo importante es el YO y no el NOSOTROS? ¿por qué cuesta tanto el simplemente VOSOTROS?
No sé… me doy cuenta que quien menos da más se queja, y más víctima se cree.
El que se cree juzgado quizás es porque se pase la vida juzgando…
Quizás el que más pide no deje tiempo para dar.
Quizás el que más palabrería tiene no deje espacio para pensar y hacer.
Quizás el que exija se olvide de corresponder.
Quizás el que fabula con lo que no tiene y no es, se acabe creyendo su propia fábula.
Bah!! Estoy convencida de que siempre hay porqués para todo lo que hacemos, decimos y sentimos, conscientes o inconscientes; formamos parte de las circunstancias y estas quizás configuren parte de nuestro ser.
La vida, las personas, las acciones…tienen dos partes, tenemos lo bueno y tenemos lo menos bueno.
Así que … Respeto y paciencia.