jueves, 1 de octubre de 2009

Amenaza lluvia, pero nada...


Amenaza lluvia, pero no da caído. Yo la necesito, quiero que limpie el aire, que refresque el ambiente y si es posible arrastre la suciedad que pueda quedar dispersa en mi entorno.
En Ourense, solo en Julio ha llovido un día, eso sí, aquel día se ha desquitado.
El agua purifica, riega la vida y además apaga la sed.
También es cierto que a veces llega con tanta furia que puede destrozar cosas y corazones.
Los diluvios no deberían de ser castigos por nada y para nadie.
Los cambios y la bondad no deberían de llegar después de miedos y destrucciones.
De momento, aquí, las nubes pasan de largo.