Ya he regresado a mi casa, he sido feliz y he tenido oportunidad de recuperar ciertas cosas de mi niñez.
La noche aunque ruidosa ha sido tranquila, y supongo que como la de much@s.
Hemos comido más de lo que era necesario, hemos hablado de lo humano y de lo divino y tenemos como costumbre, aunque no es nada planificado simplemente surje, hablar de los que faltan, los recordamos de tal forma que parece que ha sido ayer cuando la anécdota que se comenta ha acontecido… Es de la forma que nos sale… sonreímos y hasta sentimos que es algo mágico, están con nosotr@s. Quizás es nuestra manera de verbalizar lo mucho que los queremos, y de decir en alto que siempre estarán con nosotr@s.
Utilizo el plural porque son vari@s , pero las estrellas de nuestros recuerdos son mi marido y mi abuelo paterno, y a mi ,la verdad, me emociona con que cariño y con que admiración es recordado… recordamos hechos, olores, sabores y estoy segura que también recuerdan su sonrisa…
Es todo tan espontáneo que no hay cabida a la tristeza, aunque sí a la añoranza, está claro.
Hoy ha amanecido un día radiante, frío, eso sí, pero el sol era tan intenso que invitaba a dar paseos por los campos… así que después de mi largo desayuno, y digo largo, por el tiempo que le he dedicado al café… tanto, que luego, me sentía un poco nerviosa… así que nada mejor que una buena caminata para contrarrestar a la cafeína.
Pero ha sido algo más que un paseo… he ido por lugares que no visitaba desde niña, he recordado muchas cosas de mi niñez y lo que en aquellos tiempos me parecía grande, enorme, hoy me ha parecido pequeño… lo que antes me daba un poco de miedo como las sombras deformes de los árboles… hoy me ha dado paz e incluso me parecían caprichos con arte de la naturaleza.
La comida de Navidad ha sido más de lo mismo… el tema de conversación ha sido como cambiar el mundo… madre mía!!! Qué facilidad tenemos para teorizar… pero después se nos olvida de llevarlo a la práctica, hoy apenas se ha hablado de política… no se ha salvado la religión, ya que en la mesa había un cura, pobre… pero es que confundir el derecho del bienestar con caridad… Yo es que creo que hay que intentar que tod@s vivan en condiciones dignas porque tienen derecho a ello, y no simplemente echar parches caritativos porque somos muy buenos y es un camino de llegar al cielo.
De nada vale que me gaste 100€ en comida para alguien, si luego no se la va a comer, porque mentalmente está mal y simplemente se dedica a criar gatos, y el filete que debería nutrir su cuerpo se lo zampa un gato… dignidad no es solo comer, es la atención médica y las condiciones mínimas de salubridad de su casa y si es necesario sacar a la persona de su entorno para que pueda ser tratada.
Bueno… no quiero liarme en este post con este tema… la idea era simplemente contaros como había sido mi NOCHEBUENA y día de NAVIDAD.
La noche aunque ruidosa ha sido tranquila, y supongo que como la de much@s.
Hemos comido más de lo que era necesario, hemos hablado de lo humano y de lo divino y tenemos como costumbre, aunque no es nada planificado simplemente surje, hablar de los que faltan, los recordamos de tal forma que parece que ha sido ayer cuando la anécdota que se comenta ha acontecido… Es de la forma que nos sale… sonreímos y hasta sentimos que es algo mágico, están con nosotr@s. Quizás es nuestra manera de verbalizar lo mucho que los queremos, y de decir en alto que siempre estarán con nosotr@s.
Utilizo el plural porque son vari@s , pero las estrellas de nuestros recuerdos son mi marido y mi abuelo paterno, y a mi ,la verdad, me emociona con que cariño y con que admiración es recordado… recordamos hechos, olores, sabores y estoy segura que también recuerdan su sonrisa…
Es todo tan espontáneo que no hay cabida a la tristeza, aunque sí a la añoranza, está claro.
Hoy ha amanecido un día radiante, frío, eso sí, pero el sol era tan intenso que invitaba a dar paseos por los campos… así que después de mi largo desayuno, y digo largo, por el tiempo que le he dedicado al café… tanto, que luego, me sentía un poco nerviosa… así que nada mejor que una buena caminata para contrarrestar a la cafeína.
Pero ha sido algo más que un paseo… he ido por lugares que no visitaba desde niña, he recordado muchas cosas de mi niñez y lo que en aquellos tiempos me parecía grande, enorme, hoy me ha parecido pequeño… lo que antes me daba un poco de miedo como las sombras deformes de los árboles… hoy me ha dado paz e incluso me parecían caprichos con arte de la naturaleza.
La comida de Navidad ha sido más de lo mismo… el tema de conversación ha sido como cambiar el mundo… madre mía!!! Qué facilidad tenemos para teorizar… pero después se nos olvida de llevarlo a la práctica, hoy apenas se ha hablado de política… no se ha salvado la religión, ya que en la mesa había un cura, pobre… pero es que confundir el derecho del bienestar con caridad… Yo es que creo que hay que intentar que tod@s vivan en condiciones dignas porque tienen derecho a ello, y no simplemente echar parches caritativos porque somos muy buenos y es un camino de llegar al cielo.
De nada vale que me gaste 100€ en comida para alguien, si luego no se la va a comer, porque mentalmente está mal y simplemente se dedica a criar gatos, y el filete que debería nutrir su cuerpo se lo zampa un gato… dignidad no es solo comer, es la atención médica y las condiciones mínimas de salubridad de su casa y si es necesario sacar a la persona de su entorno para que pueda ser tratada.
Bueno… no quiero liarme en este post con este tema… la idea era simplemente contaros como había sido mi NOCHEBUENA y día de NAVIDAD.
