viernes, 7 de agosto de 2009

Un antes y un después, 7 de Agosto

Muchas veces me pregunto si es la mente quien organiza y manda en los sentimientos o al revés, si son los sentimientos quienes mandan en la mente. Sea como sea ambas cosas están unidas hasta la muerte.
El siete de Agosto es una fecha marcada a fuego de dolor en mi corazón… y yo que casi nunca sé en que día me encuentro, sí siento cuando este día está próximo… se van mis fuerzas, mis alegrías y mis ganas sin motivo aparente… somatizo dolores y tristezas… miro el calendario y me encuentro con la causa de mi estado.
Miro al cielo y decido que buscaré todos los recursos para salir de ese estado melancólico que me invade… quiero vivir y quiero la tranquilidad de la gente a la que quiero, así que me pongo manos a la obra… hago barbaridades como tener un exceso de actividad y así acabar tan cansada para que mi mente pueda dejar de pensar y compadecerse de mi tristeza, a veces lo consigo, otras me cuesta más pero salgo adelante, y yo creo que fortalecida. También veo películas de las de llorar, no porque me cueste llorar, soy de lágrima fácil, es para tener la sensación de que no lloro por mi, y como las lágrimas liberan, pues ayudan a que me quede descargada de tensiones.
Aunque prefiero pasar esos estados en soledad tengo que reconocer que la imagen de las personas que me quieren son como un carburante para que mi motor anímico arranque y siga su camino.
Mi familia y mis amigos respetan lo que yo quiero, pero como estoy segura de que saben leer en mí, me mandan guiños reconfortantes y sin perderme de vista esperan a que yo pase el obstáculo para darme su mano cuando yo quiera dársela.
Os confesaré algo… nunca estoy sola y menos en estos momentos, estoy con mis sentimientos, mis recuerdos y con mi estrella polar que un siete de Agosto, el del año 2000 pasó a otra dimensión, pero sigue estando ahí, allí y aquí.
Éramos y somos much@s los que seguimos queriéndolo y recordándolo.
No te pediré nada, no hace falta, siempre siento tu protección.
Bueno…esperaré a mi manera que este estado de amargura se amortigüe…