miércoles, 11 de febrero de 2009

El Yo auténtico..


Soy mayor… y me falta mucho por aprender…
A veces tengo muy claro lo que quiero, otras no , pero a estas alturas sí sé lo que no quiero
No quiero dejar de ser yo misma en toda situación y circunstancia, porque sería una deslealtad conmigo misma.
No siempre me gusto… pero tratar de maquillar lo que soy no me haría mejor ni con ello conseguiría extirpar eso que tanto me molesta. Me haría esclava de ese aparentar y quizás acabaría siendo como quisiera que los demás me vieran…
Entonces… ¿Quién sería? Nadie, nada… un mero figurante de un teatro que no merece la pena.
Yo no quiero ser protagonista de una vida que no es la mía, quiero ser Yo… con lo bueno, con lo malo y con lo simplemente regular… Quiero apreciar y respetar las diferencias del resto de las autenticidades, no me interesan los espejismos porque pasado el delirio “no queda nada”.
Quiero la verdad, la autenticidad, la transparencia, la esencia vital de cada un@...
Quiero la franqueza, y quiero las pequeñeces y las grandezas…
Ante eso no juzgo, acepto y me fío.
Los problemas, las neuras, los deseos no satisfechos y demás experiencias dolorosas no son disculpas para interpretar un Yo que no nos pertenece.
Decimos que la vida es complicada… y quizás sea cierto, pero … ¿para qué complicarla más?
Yo quiero no tener que llevar ese burka invisible de los prejuicios, del “yo deseado”, del “yo aparente” y del “yo ficticio” para que oculte mi identidad, “el yo real”, “el yo auténtico”.
La búsqueda del yo auténtico nunca acaba… pero sí comienza… y es haciéndose la pregunta ¿Quién soy Yo? y la idea de que Yo soy Yo.
¿Qué cualidades debo de tener para ser yo? Sencillísimo, ser Yo mismo
¿Y usted? Ser usted mismo. Y no debemos perder el tiempo en ser alguien diferente. ¿Qué significan sinceridad, honestidad, integridad y autenticidad?
Sinceridad.- ser uno mismo…
Honestidad.- ser uno mismo…
Integridad.- ser uno mismo…
Autenticidad .-ser uno mismo…
Ufff… mucho yo… no?? Pero estoy convencida que merece la pena y de lo mucho que cuesta…
Heidegger, nos emplaza a una tarea: nunca soy, sino que siempre seré, porque puedo ser.