viernes, 6 de marzo de 2009

Estoy convencida que el lenguaje crea pensamiento, emociones y sentimientos


Una amiga se siente asqueada… y la entiendo…de nada que te paras a observar percibes olores hediondos… y las nauseas te descomponen el cuerpo y tu alma se resiente de tanta pestilencia.
También dice que soy una cándida, sé que no lo dice ni por boba ni por simple…
Yo también siento asco… pero cambio lo de asquear y repugnar por :repeler, rechazar, disgustar, rehusar y resistir… ¿Por qué? Simplemente porque no me descompone tanto el cuerpo, la mente y el alma. Trato de resistir y lo que otr@s hacen me deteriore lo menos posible.
Pueden herirme, pueden fastidiarme, pueden hasta escandalizarme…pero procuro repeler sus malas influencias y vibraciones, y si puedo aprender habilidades para paliar su daño lo hago.
Ya sé, es egoísmo puro… pero estando yo dañada, nada puedo hacer para que lo que otros hacen caiga en saco vacío.
Por tranquilidad mental y serenidad de mi alma paso de desconfianzas y malicias… que no quiere decir que no sepa que el daño, la maldad, la falsedad, la utilización, el uso y abuso…anden en mi camino; pero de entrada, prefiero caminar ligera de cargas que entorpezcan mi marcha.
Prefiero llevar decepciones, aunque duelan, que estar ocupando mi pensamiento con predicciones que no siempre se cumplen y que por otra parte haría pagar a ulgun@s just@s por muchos pecadores.
Yo habitualmente me pido cuentas… y soy bastante exigente…me duele mucho más tener que recriminarme a mi misma que la decepción que me venga de otros lados.
Después de toda esta verborrea… os diré porque yo trato de desterrar ciertas palabras de mi vocabulario, es simplemente porque me producen cierta agresividad y no me interesa esa tensión.
Estoy convencida que el lenguaje crea pensamiento, emociones y sentimientos. Por eso, a veces selecciono las palabras que puedan hacer daño, aumentar el desasosiego y no solucionan nada.