jueves, 18 de junio de 2009

Fuera sogas...

Tengo una alegría que contaros… después de muchos meses un amigo mío empieza a sonreír con esperanza, eso sí, tímidamente… pero por ahora ya es mucho.
Después de tanto tiempo que algo de su vida se vaya colocando me alegra el alma… los pasos tienen que ser cautelosos… cualquier tropiezo puede echar al traste la estantería donde tímidamente ha ido situando sus ilusiones de futuro.
Esta noticia ha sido suficiente para que me haya ido a la cama con una sensación de paz y he dormido de manera reparadora y me siento mucho mejor.
Las sogas no siempre ahogan… simplemente incordian y aprietan, pero luego se aflojan para que podamos quitarlas y seguir nuestro camino… y habrá quien las olvide, y habrá quien las recuerde por si puede evitar volver a encontrarlas y colocárselas.
La vida es tantas cosas… que imposible no encontrar en ellas sogas, pero lo importante es saber resistir su daño y saber sacárselas.
Hoy toca disfrutar de la alegría de otros, que es también mi alegría.