domingo, 25 de enero de 2009

Un armario... vacío...


Hoy he amanecido con tormentas, la atmosférica y la de no saber que hacer con un amigo.
He intentado muchas cosas, pero ninguna de ellas ha servido… quizás no quiera curarse, y ese sí es un problema.
La vida zarandea, vale, cierto, y a veces mucho… pero nunca es la causa, puede ser el detonante de caer en ese pozo oscuro de la depresión y del olvido de uno mismo; y cuando uno se olvida de si mismo también se olvida de los demás, aunque no sea esa la pretensión.
Es triste, muy triste, ver como un amigo se encierra y no quiere buscar y ver soluciones.
Os dejaré un relato que hace mucho tiempo he escrito para responder a uno de sus correos… y entenderéis …

EL ARMARIO QUE SE CREÍA VACÍO
Hubo un tiempo en que un hermoso y noble armario se creía vacío, es verdad que le faltaba una bisagra y una de sus patas estaban dañadas, pero su sensación de inutilidad no le venía por eso, se sentía de esa forma por las veces que había oído a la señora de la casa que ya no valía para nada. Sumido en la tristeza buscaba el aislamiento de todo aquello por lo que sentía un gran afecto, incluso de si mismo… inconscientemente fue retirando de su interior cosas que de antaño guardaba …. De todo aquello que no se pudo desprender lo convirtió en invisible…
A veces un niño por el que sentía un grande amor, pues lo conocía desde su nacimiento y con el cual había compartido juegos, confidencias y arrumacos se acercaba para colocar en uno de sus estantes o bien sentimientos que quería que estuviesen a resguardo, o alguna de sus posesiones más preciadas… incluso a veces intentaba introducir en su interior algo que su madre le mandaba pero que no comprendía que hacía en SU ARMARIO.
Vacío …. Vacío… pero con miedo a quedarse inerte aceptaba algunas de esas cosas que el niño le presentaba… pero otras …. Las hacía invisibles… también a veces decidía salir a buscar a la calle arreglo para sus desgastadas bisagra y pata… y algo para calmar su triste y desolador vacío…
Un buen día una persona con apariencia triste y desgastada por el sufrimiento apareció en la sala en donde él reposaba… sintió mucha afinidad con aquel hermoso y noble armario… con ternura se acercó, intentó limpiar el polvo que sobre él había depositado el tiempo y el dolor… el armario débilmente empezó a sentir el trato afectuoso y delicado de la dama….y poco a poco… creyó sentirse vivo de nuevo…la dama depositó su alma, sus sentimientos, sus soledades, sus sueños, sus confidencias, sus desvelos, sus sensaciones, sus caricias, sus besos, sus abrazos y todo lo que ella era dentro del armario. Durante un tiempo el armario y la dama fueron muy felices… hasta que no se sabe el porqué…o quizás debido a las humedades, a los ataques del tiempo y a veces a las voces de rechazo que provenían del pasado, o quizás también porque la dama no era lo suficientemente lozana para conseguir que el armario estuviese pulido y brillante siempre… el armario se sintió de nuevo vacío…. Expulsó de su interior todo lo que la dama había depositado… se escondió en su rincón, y se encerró en si mismo y cerró la puerta de la sala para ella….
La dama desolada intentaba una y otra vez acercarse al armario y pasar su mano amiga y delicada por su madera… no se dejaba…. Alguna vez harto de aislamiento y soledad dejaba que ella posase su mano en alguna de las partes más doloridas de su estructura…. Pero una y otra vez daba un gran salto y la apartaba de su lado….
Y de nuevo se sentía vacío… y de nuevo buscaba en otras partes algo que le hiciese olvidar su estado…
La dama pacientemente esperaba…. Porque estaba segura que algún día la bisagra, la pata y los rasguños del tiempo y los avatares de su historia lo hiciesen sentir de nuevo lustroso, noble y con gran capacidad para acoger y colocar en su interior lo que se propusiera….
Esta historia tendrá su continuación y quizás final dentro del tiempo del devenir….

Ya veis.. el tiempo ha pasado, y el armario se ha deteriorado más y más… y ni quiere, ni nadie puede obligarlo a ir al taller de restauración.