viernes, 13 de febrero de 2009

El ayer y mis emociones


Esta noche he pensado en el día de ayer… y no ha sido como el anterior.
No hay dos días iguales aunque nos lo parezcan sí analizamos las emociones…
Ayer me he emocionado cuando un amigo ha compartido conmigo algo que está haciendo… un blog que promete esencias, luces, chispas y caminos. Será una parte del A Su Manera.
Ayer me he emocionado viendo la emoción, la satisfacción y el orgullo de hija de una amiga que por amor, cariño y respeto a sus padres, se enfunda el traje de la lucha y el trabajo para tratar de conseguir que los que tanto ama se queden en la memoria colectiva y no solo en la memoria de los suyos y lo acumulado con tanto esfuerzo y dedicación llegue y ayude a quien lo quiera.
Ayer me he emocionado viendo como alguien se esforzaba en sacar sonrisas, en colaborar a que otra persona se sintiese bien , lo más emocionante es que lo hacía sin alardes, sin palmaditas sonoras en la espalda de complacencia, sin nada de “yo estoy aquí para lo que quieras”…
Ayer me ha emocionado ver como pueden disfrutar juntas, acercarse e incluso ser cómplices a personas que han podido tener sus diferencias en el pasado. Las diferencias se hacen muros sólo si queremos, y ver que no se levantan vallas entre la gente a mi me enternece.
Ayer me ha emocionado como de forma espontánea hemos felicitado a alguien que no estaba, que luego sí nos acompañó y que estoy segura que estaba emocionado y que nuestro calor le ha llegado.
Ayer me ha emocionado leer y contemplar una historia ilustrada de mi niña Mónica, no por lo transcendental de lo narrado, sino por lo sencillo y porque es una perla más de unión de su cosecha.
Ayer me ha emocionado recibir una postal de San Valentín de Elisa…por lo que significa de meterme en un saco compartido con otras personas a las que ella quiere mucho.
Ayer me ha emocionado recibir dos besos virtuales de quien no está pasando la mejor época de su vida, pero ha olvidado su rabia y ha respondido con un acto de ternura.
Ayer me ha emocionado, y esta emoción ya la arrastro desde días atrás al comprobar que los corazones buenos se ven, se encuentran y se dan calorcito humano con naturalidad.
Ayer me ha emocionado, y mucho, el mensaje de un amigo que está sumergido en un mundo de dolor, desesperación y oscuridad… pero que ayer ha entreabierto la puerta de su alma para mandarme un guiño.
Estoy segura que si sigo pensando recuperaré muchas más emociones… pero ya me queda claro que el día de ayer no ha sido igual al anterior…