Ayer me he ido a la cama pensando en una persona, bueno, en realidad ha sido en dos.
¡Qué bueno es decir la verdad! ¡qué gratificante es enfrentarse a situaciones incómodas!
¡qué gustazo es hacer lo que se debe! ¡qué liberador es expulsar los miedos!
Y casi siempre que esto sucede, lo que esperábamos con temor que aconteciese se esfuma…
Y con ello aprendemos : valentía, sinceridad, cercanía y tranquilidad.
Con la verdad y con el arrojo, casi siempre sorprendemos a los demás y ganamos confianza.
Casi siempre hablamos de querer y que nos quieran, pero ¿y la confianza?
Yo ya he aprendido a querer sin pedir respuesta, si no me quieren… pues no pasa nada, no se puede obligar a que nos quieran, y mucho menos a que nos quieran como nosotros lo deseamos… “El que no nos quieran como nosotros queremos que nos quieran, no significa que no nos quieran”
Que se fíen de NOSOTR@S, sí depende de lo que hagamos y de lo que digamos.
Confiar, fiarse… ¡qué hermosas palabras y actitudes!
** A música dos 80. Todo tipo de música.
Hace 9 meses
1 comentario:
Definitivamente es gratificante, dejar expulsar los miedos y hablar con toda sinceridad... no me imagino que hubiera pasado si no sucedieran ese tipo de cosas, quizás no estaría escribiendo un comentario aquí... Una vez más Isabel gracias por existir y excelente comentario, porque a veces necesitamos fiarnos de alguien, tanto como queremos que se fíen de nosotros. :)
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