Ayer recibimos en NeverLand una triste noticia, la  madre de  Maite  había muerto, de forma repentina, en su cama , nadie se había enterado, hasta que por la mañana  su nieta la iba a despertar. Deseo que  haya sido de una forma dulce, sin darse cuenta de que se iba.
He sentido mucha pena y he recordado muchas cosas.
De los recuerdos  os deseo hablar.
Era un cinco de agosto de 2000, sábado… mi marido se despertó tarde para  lo que en él era costumbre, eran las 8:30 , se sentía cansado y como él decía perezoso, no le   apetecía mucho ir a pasar el día a una explotación ganadera con la que había soñado e intentaba sacar adelante.
Su sueño era ese, vivir en el campo, tener animales y disfrutar de lo que él pensaba que era calidad de vida. Todavía faltaba mucho para lo que él pretendía. Tan solo hacía dos años que  había empezado con la plasmación del sueño. Es cierto, ya tenía seiscientas cabezas y una familia que las cuidaba pero  había que invertir  mucho… pero al menos ya se sostenía.
Cada sábado subía y trabajaba… vacunaba, desbrozaba, hacía de carpintero levantando una valla, hacía de  albañil construyendo una  bañera para las ovejas, segaba…. Es decir,  hacía lo que fuese necesario para  que todo aquello  tomase la cara que él quería.
Pues esa mañana del cinco de agosto… le costaba levantarse, y yo que veía que estaba cansado, intenté convencerle para que se quedase  en casa, iríamos a la compra, descasaríamos y pasaríamos el día  juntos, además habíamos quedado en ir a cenar a casa de mis padres, estaban de fiestas en el  pueblo. Pero no, no se dejó convencer, el sábado era el único día que tenía para supervisar y trabajar en la finca. Así que lo preparó todo y se fue.
Yo pasé el día sola, ya que mi sobrino Fernando también había ido a comer con  sus padres y con parte de  su  familia paterna.
Era un día muy caluroso, de los de agosto que podemos sufrir en Ourense , así que  entre baños en la piscina y lecturas a la sombra  pasé la tarde.
Sobre las 8 de la    tarde  llegó mi sobrino y nos pusimos a charlar y luego yo me disponía a ducharme y a vestirme para ir a la cena  y esperar que mi marido llegase, no tardaría ya,  sonó el teléfono y… era  el trabajador  que teníamos en la finca, muy alterado y yo apenas le entendía nada… en portugués, alterado y con el filtro del teléfono yo no alcanzaba a entender todo lo que me decía pero sabía que  algo iba mal…  me puse algo encima y nos fuimos a la  Residencia Sanitaria, a urgencias…
Mi marido estaba  con un dolor insoportable en la pierna derecha… y estaban ya haciéndole un  montón de pruebas… pero no lo daban diagnosticado… creían que podía ser un rebrote de la  brucelosis que había padecido en los meses anteriores, él mismo se había contaminado en una  de las vacunaciones del ganado.
Esperando resultados … a las  dos y pico de  la madrugada nos subieron a planta… y ya pudo dormir tranquilo con el efecto de los sedantes. El domingo lo pasó con mucho  calor pero tranquilo hasta que al final de la tarde los riñones ya no le respondían… se lo llevaron…le hicieron  no sé que pruebas… y por fin  aparece  el diagnóstico … Aneurisma de  Aorta atípico… y ahí empezó el calvario… no había vuelta atrás, era fulminante e irreversible… yo sentía morirme, notaba como cada uno de mis órganos se quemaba, tenía dificultades para sostenerme en pié… pero estaba él y no podía enterarse de que se moría, quise evitarle esa angustia… y no sé como lo hice ni quien me ayudó… recuerdo que el médico  me decía, pregunta por ti… pero si no eres capaz de controlarte no  te dejo entrar… así que yo me estiré, pensé  que no podía llorar ni temblar para que no notase nada… así que él estaba convencido que lo único que tenía era un coágulo en la pierna derecha y que había que intervenir… lo de la intervención se lo inventó el médico para justificar un viaje a POVISA ,centro médico de  Vigo que en aquel momento tenía el mejor equipo de cardiovascular de Galicia…  se negaba certificar que no había nada que hacer, así que  como un favor personal… solicitó que lo diagnosticasen en Vigo… allá nos fuimos, él en la  ambulancia con  médico y enfermera y nosotros detrás…de mi familia yo era la única que me daba cuenta de la  situación real… mis padres, mis hermanas, mis sobrinos… decían que era imposible… que  no podía ser. Cuando llegamos a POVISA y lo  bajaron de la ambulancia  con aquellas  risas y bromas yo… bajé la guardia y pensé… no puede ser cierto… pero a los pocos minutos… cuando  uno de los médicos no pudo mirarme a los ojos volví a la realidad.
Confirmaron el diagnóstico. Había que volver a casa , bueno, a la UVI del centro ourensano, podía durar horas o días, era fuerte, había sido deportista  y ni fumaba  y ni bebía.
Pero para volver él no podía darse cuenta, estaba convencido que lo operarían del coágulo en la pierna…me explicaron lo que le darían, no perdería la conciencia pero sí perdería la noción de donde estaba…creía que  lo estaban preparando para la operación, pudo abrazar a todos los que estábamos, mis padres, mis sobrinos, mis tíos, sus hermanos, sus tíos… y avisaron a  la ambulancia que nos traería de vuelta, pero cuando llegó… ya   se había dormido para siempre. Yo no me  separé ni un minuto de él… y hablamos, y hablamos… él hacía planes… y yo no podía decir nada. Me dí cuenta  perfectamente  de cuando espiró, sonrió y se quedó, eran las 14:30  del lunes siete de agosto; permanecí  con mi cabeza sobre él y sin llorar, sin moverme, porque recordaba que había oído que si lo hacía podía oírme. No sé el tiempo transcurrido… pero cuando vinieron a sacarme de allí a mi me había parecido mucho. Entonces lloré…y empezó a dolerme el cuerpo… pero estaba mi gente, y yo no podía  derrumbarme ante mis padres…Tuvimos que esperar que lo preparasen todo para regresar a casa, ahora si volvíamos a casa de verdad.
Recuerdo las conversaciones con mis padres, los abrazos, las miradas…
Al regresar a casa ya mis hermanas y mi sobrino Oscar  lo tenían  todo preparado y a mi me entró una actividad frenética… participé en  todos los  pasos que había que dar para prepararlo todo.  
Lo vivido  en esas  horas, no llegaros ni a 48,  ha sido muy duro… durísimo… pero quedaba todavía mucho por  padecer.
Creo que será lo último que ponga en mi blog sobre esto, aunque recuerde segundo a segundo los dos días siguientes.
Perdonad por estos recuerdos que os he dejado aquí, pero es lo que ayer he vuelto a recordar.
** As fotografías futuras
Hace 1 mes
2 comentarios:
Bueno esta tremenda historia, la tuya, ya la sabia desde hace mucho que la contaste, me asombra que te hayas animado a contarla aqui y espero que el sacarla te haya hecho bien. Haces bien en no querer volver a mencionar esas horas, cuando tuviste muchas, muchisimas preciosas tambien junto a el. No pensaba dejar comentario, lo he hecho para dejarte solo un beso :-* .. La historia de la pobre Maite o mejor dicho la de la muerte traicionera y sin avisar..(la de mi padre fue asi.. La de mi hermana tambien con 30 años, la de mi amigo Goyo..incluso la de mi madre, que estaba enferma desde hacia años, pero no para morir) en fin.. muchas... Como nos pasara a casi todos ya.. nos impresionoy nos hizo recordar. Un abrazo Isabel y otro para Maite a la que se que muchos desde nuestras experiencias personales podremos "arropar" un poco, aunque estas perdidas no tengan demasiado consuelo
En mi blog tiene usted un desafio :P
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