viernes, 3 de abril de 2009

Una ternura...

Había una vez una mujer y su historia.
Consideraba que aunque le quedaba mucho por aprender… emocionalmente consideraba que ya nada nuevo llegaría a su alma… pues no… una vez más se había equivocado… “una ternura” más llegaba a su vida, tenía figura de otra mujer valiente y dispuesta a comerse el mundo… y así era, pero… poseía esa parte “niña” que pocos veían…
La mujer con su historia penetró en esa parte más desconocida de esa nueva ternura y ha decido cuidarla, acompañarla y si es necesario mimarla y arrullarla.
Ambas intercambiarán saberes, palabras, sentimientos y pareceres. Compartirán espacios, tiempos y tareas.
La mujer y su historia, es chiquita pero no frágil… y empeñará toda su fuerza si es necesario para aliviar contratiempos, sinsabores y los dolores que puedan aparecer en el camino de la “nueva ternura”.
Las gentes abren las puertas que quieren que se abran… y si se empeñan ya no dejarán que se cierren.
Una nueva ilusión ha nacido… habrá que alimentarla y cuidarla.
Por lo de pronto desde aquí… le mando un abrazo apretado y largo y mis mejores deseos para el día de hoy… que mañana seguiremos pidiendo.

1 comentario:

AloneLuin dijo...

Enhorabuena para las ternuras nacientes. Qué el tiempo las conserve en la esencia de sus inicios.
Sean quienes sean las afortunadas, les envío desde aquí mil puñados de arroz, y que les llegue en forma de lluvia bautismal que inaugura una nueva etapa.

Salu2