Nunca olvidaremos ese día. Aunque, de milagro, no tuve ningún familiar afectado, todavía puedo sentir las mismas sensaciones de aquellos momentos.Es dificil cerrar las heridas de semejantes hachazos. Lo peor, despues, es superar el miedo, la desconfianza y el rencor.
Nuestro corazón está con las víctimas y sus familias.
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Nunca olvidaremos ese día. Aunque, de milagro, no tuve ningún familiar afectado, todavía puedo sentir las mismas sensaciones de aquellos momentos.Es dificil cerrar las heridas de semejantes hachazos. Lo peor, despues, es superar el miedo, la desconfianza y el rencor.
Nuestro corazón está con las víctimas y sus familias.
Besos
Teresa
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