jueves, 4 de marzo de 2010

No a la rendición ante la vida


Solemos idealizar momentos o situaciones sobre lo que diríamos o haríamos en ellos, pero cuando nos damos cuenta pasan de largo por nuestras vidas y apenas podemos decir o hacer nada... después nuestra ilusión se transformó en lamento.
La gente solo vive. Las personas sienten, piensan y también viven.
Aunque nuestro futuro escape a nuestro control muchas veces, mucho del presente esta en nuestras manos. Tan solo es cuestión de saborear esas pequeñas cosas, esos pequeños momentos que constituyen nuestro día a día.
Vivamos el presente sin anclarnos en nuestro pasado, y preparémonos para el incierto mañana, que ya traerá sus propias inquietudes.

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